La magia es un espacio de intención e interpretación. Es natural que existan practicantes que buscan encontrar claves, frases o axiomas que rompan el esquema cognitivo de aquel que se ve expuesto a ellos. Es interesante indagar en la intención de estos axiomas, analizar los contextos y subtextos de donde provienen, así como la repercusión y mutaciones que han sufrido.

Do what thou wilt shall be the whole of the Law ( Haz tu voluntad, esa será toda la ley)
Este es, posiblemente, el axioma más conocido de la magia occidental. Aleister Crowley comprimió su doctrina de Thelema en estas palabras, que, por cierto, se prestan a una larga fila de interpretaciones y visiones que surgen del estudio personal e ideología del receptor. Lo que menos pretendo en este ensayo es proponer mi punto de vista como acertado y fiel a los principios de Crowley, al contrario, en este texto me gustaría conversar acerca de lo que podría significar vivir haciendo tu voluntad en este presente, cosa que también nos lleva a la práctica mágica en el contexto de nuestros tiempos.

¿Qué significa hacer tu voluntad?
La magia ha sido el símil para muchas ideas, conceptos y palabras. Cuando se plantea como una manera (poco ortodoxa) de obtener conocimiento se suele apoyar en un objetivo compartido por parte de las comunidades en las que se estudia, en su mayoría se suele encontrar con una idea de iluminación colectiva pero limitada. La magia occidental ha sido fabricante de sociedades elitistas con tintes protofascistas que se han validado a partir de la idea de un grupo selecto de iluminados que busca cumplir sus fines e intereses usando el conocimiento secreto que ha obtenido a partir del estudio. La idea de formar grupos sectarios hace sentir un afecto especial a sus integrantes debido a que tiene una relación simbólica con el poder. La manera en la que se busca dominar a otro integrante de la sociedad podría ser natural en el imaginario de muchas personas, pero en realidad es una repercusión de la historia económica, social y bélica de nuestro entorno; podríamos decir que incluso es una estructura que replica los modelos de los estados y corporaciones que tenemos hoy en día.
La respuesta a la pregunta “¿Qué significa hacer tu voluntad?” tiene una contestación obvia que nos lleva a una incógnita de carácter más ambiguo, que pone en juego nuestra percepción y también las definiciones que tenemos acerca de la humanidad y nosotros mismos.

¿Cuál es mi voluntad?
El flujo en la modernidad es un arma de dos filos, tenemos la fortuna de poder consultar un mar de datos con tan sólo un click, además de tener un alcance global en cuanto a información se refiere. Sin embargo, el constante bombardeo de publicidad y demás narrativas cavan su ideología en lo profundo de nuestra identidad. En esta época la propaganda es manufacturada por una máquina que funciona de manera eficaz y rápida. La sutileza que hay en la manipulación del cómo nos relacionamos con nuestro entorno se vuelve más que relevante en nuestras condiciones materiales y espirituales.
En mi opinión, una de las prácticas mágicas más estimulantes es la meditación, ya que es una manera eficaz de deconstruir y reconstruir, o sea Solve et Coagula. La voluntad es algo que se encuentra en lo más profundo de nosotros y para llegar a ella debemos derribar nuestra misma concepción de la realidad, ya que la mayoría de los deseos que aparentemente tenemos bien podrían ser una herencia simbólica. En pocas palabras, encontrar nuestra voluntad es un trabajo que consiste en destruir nuestro pensamiento para ver qué es lo que se encuentra debajo de la superficie que rodea nuestra identidad, cosa que se podría comparar con el VITRIOL de los alquimistas. Sólo viajando a nuestro centro, encontraremos nuestra sustancia, nuestra piedra filosofal.

Cada hombre y cada mujer son una estrella
Desde el siglo XIX Eliphas Lévi tenía ya la intención de llevar la práctica mágica a temáticas sociales incorporando la teoría de su amigo Pierre Joseph Proudhon (pensador anarquista). Lo que Lévi pretendía era ayudar a que el conocimiento mágico tuviera una mayor difusión y fuera menos elitista, así mismo buscaba derrocar las figuras de poder que se habían erigido, ya que controlaban a la mayor parte de la población, Lévi. relacionaba el adoctrinamiento político con el sesgo en la visión de aquel que no se conoce a sí mismo.
Al igual que Lévi, una oleada de autores buscaron acercar a más gente al conocimiento mágico a partir de los cómics, medio que eligieron debido a su capacidad de distribución masiva y también a que no existía la censura de la intelectualidad dominante. Como ejemplo podemos ver la obra de Alan Moore, en donde el conocimiento es certero y adquiere una nueva dimensión didáctica gracias a la gran cantidad de material gráfico, su misión es revelar la práctica mágica como un sistema que puede ser entendido y ejecutado por cualquier persona. En el caso de From Hell, Alan Moore nos muestra como la magia ha estado al servicio del poder, tanto en un contexto político, como en un contexto simbólico. Para este autor, la magia trata de encontrar nuestra libertad y también la libertad de nuestra propia especie y entorno; cosa que lógicamente es negada por el devenir del siglo XX.
Hacer nuestra verdadera voluntad podría revelar nuestro dínamo interno. Encontrar el deseo envuelto, escondido en capas y capas de aspiración, competencia, dominio y voracidad ¿Qué pasaría si encontráramos lo que somos y ya no fuéramos los avatares del consumo corporativo?
Vivir según nuestra voluntad podría cambiar nuestra concepción del universo y nuestra forma de vivir. Tener una práctica menos enfocada a la obtención de poder y más enfocada a la obtención de nuestra mejor versión bien podría funcionar para un lugar en el que se puedan desarrollar las mejores capacidades de nuestra especie. Y quizás, en ese espacio, cada hombre y mujer serían una estrella.

Ningun comentario on HACER TU VOLUNTAD COMO LEY: Una Manera de consciencia