
Por Rodrigo Betancourt / Apache Pirata
Se ha vuelto un lugar común el conocer o enterarse...
del desprendimiento de un trozo de hielo ártico o antártico, sus orígenes y consecuencias. Son famosas las historias en las que un oso polar se quedó dormido en un trozo de hielo en el polo norte, después apareció más al sur y despertó en Dublín, Irlanda. Así, todas aquellas personas que nacimos y habitamos en aquel “continente” llamado siglo XX permanecemos claras en nuestra memoria, y es desde ahí que podemos reconocer, por ejemplo: a la revolución mexicana, el nacimiento y colapso de la URSS, la radio de transistores, el asesinato de JFK, las homilías nazis en Nüremberg, la Bomba Atómica, Elvis Presley, The Beatles, El Che Guevara, el nacimiento de la Coca Cola, Madonna, los Pitufos, Mazinger Z, etc, etc…. de esta manera, década tras década de nuevas y cada vez más revolucionadas ideas, nuestro “Continente Siglo XX” se nutrió hasta la saciedad, por lo cual se convirtió en la única referencia real de todo aquello cuanto conocemos, y usamos la palabra “real” pues nadie dudaría jamás de la existencia de Ciudad Gótica, de sus héroes y villanos imaginarios dentro de las páginas publicadas por DC.
Es la diégesis la que nos ha otorgado ese espacio a habitar, pues es este concepto el que agrupa todo aquello que se narra o que existe en la narración el que alberga la potencia de nuestra imaginación y nuestras observaciones a priori, que es opuesto al concepto de mímesis el cual describe y taza su valor en lo demostrable; la diégesis busca solamente narrar y exhibir los hechos narrados o que se pueden contar dentro de la misma narrativa, solo eso, por el contrario, la mímesis busca relatar desde lo verificable o lo más cercano a lo real, su objetivo es mostrar a los sucesos en su cabalidad y peso espacio temporal histórico.
Es en ese sentido que todo el imaginario cultural global que conocemos hasta este 2021 (salvo excepciones) echa sus cimientos en ese “continente” que cada día se desintegra más y más en el nuevo siglo, pero que logró concatenar (quizá para siempre), la manera de acercarnos a nuestras expresiones artísticas, políticas, económicas, culturales, ideológicas, filosóficas, religiosas, ecológicas y sociales. En ello, tanto el cine, como las historietas y la televisión junto ahora al internet, han ido acuñando otras maneras de acercarnos a la diégesis de nuestra psique colectiva, desde el gusto más superfluo hasta el fanatismo más radical, “todo existe” y a la vez no es “real”. Es una paradoja, sí, y la alimentamos diariamente.
Será interesante que en 100 años, es decir, en el 2121 se siga publicando a Batman, suena temerario pero no imposible, que, el vigilante enmascarado de capa ancha y cinturón multitasking esté aquí cuando toda aquella población que lo encumbró en el siglo anterior y lo que va de éste, esté bien muerta. Es más, lancemos la pregunta: ¿cree usted estimada lectora, amable caballero, joven estudiante, señorita, ama de casa, que Batman esté aquí en el siglo XXII? Así como nuestra realidad va cambiando, y nuestras construcciones conceptuales e ideológicas se someten al embate del tiempo, cuesta creer que, un personaje de ficción cuestione el alcance de aquello que se concibió como verdadero, auténtico, comprobable y esto gracias a su capacidad de existir por siempre no importa en qué tiempo ni contra quién o qué luche, Batman se encuentra en un espacio que lo hace parte de nuestra realidad en nuestra imaginación y al mismo tiempo sí posee una vida propia ajena a nosotros en su propia diégesis.
Esto es gracias a un detalle, su cualidad de héroe mortal es humana, no es un extraterrestre o posee poderes fuera de lo común salvo uno y lo comparte con nosotros: la capacidad que parece poseer para renacer y reinventarse sin importar quien lo escriba y lo dibuje.
No es sencillo construir universos y luego destruirlos, es una constante de la existencia en su expresión total, es la capacidad absoluta de aquello que imaginamos, o en palabras de un gran defensor de la imaginación:
“Siento que un hombre podría ser capaz de ser feliz en este mundo. Y sé que éste es un universo de imaginación y visión. Veo que todo lo que pinto existe en este mundo, pero no todos lo ven de la misma manera. A los ojos de un indigente, una moneda es más hermosa que el sol, y una cartera gastada por haber estado llena de dinero ostenta proporciones más bellas que una vid cargada de uvas. El árbol que mueve a algunos al punto de las lágrimas, para otros es solamente una cosa verde que estorba en su camino. Algunos ven a la naturaleza ridícula y deforme, y yo nunca regiré las proporciones de mi arte bajo estos preceptos; hay personas que ni siquiera ven la naturaleza” -William Blake.
Y es precisamente de esta materia entre lo sublime, lo observado, lo soñado que Batman podría emerger de nuevo, siempre que el mundo busque en los valores que representa una única verdad: La Justicia buscará volver siempre que la Paz haya sido hecha añicos . Es aquí donde tras años de leerla y releerla que por fin puedo enunciar: Batman 100 Years de Paul Pope, se erige como la mejor historieta de Batman (que no pertenezca a ningún canon) jamás realizada. En sus páginas y desde un inicio se plasma desde la imaginación, la realidad del siglo XXI que sí estamos atravesando: Batman escapa de la ley quien lo caza como a un villano sólo para terminar enredado en una trama que incluye a un virus desarrollado en Asia y que será lanzado para acabar con una buena parte de la población del planeta pues es capaz de devorar a una persona molecularmente, en ese sentido distópico, la cultura norteamericana se conduce como un Estado Totalitario anti libertades manejado por sociópatas disfrazados de servidores públicos, y para mejorar la propuesta: Wayne debe sobrevivir a todo esto para que Batman exista 100 años.
Como muchos dentro de esta diégesis, se preguntan: ¿Cómo es posible que se hable de él en 1939 si lo volvemos a ver en 1986? ¿Quién demonios es este insecto que está poniendo de cabeza a todo un Departamento de Estado y a sus fuerzas del orden? Peor aún para aquellos que quieren conocer su orígenes e identidad: ¿Quién carajos vive 100 años sin que El Sistema lo sepa?
Quizá en un siglo más, nada quede de aquel Siglo XX titánico, eurocentrista, americano, poderoso, inocente y vil, ese que se fue esfumando sin hacer casi ruido (que nos dejó flotando en el vacío de entresiglos), pero es muy probable (casi seguro) que la ausencia de Paz y Justicia seguirán ahí en ese futuro, y es entonces cuando desde la oscuridad de la imaginación y la historia, la posibilidad siga existiendo bajo algún antifaz y con las botas bien puestas. Ese es el valor de una buena historia, aunque no sea “real”, nos permite imaginar lo imposible desde nuestras carencias, pero sobre todo proyecta lo valioso de nuestra vida humana hacia esos futuros en los que lo creamos o no, habrá gente que decida ir contra todo sólo para no permitir que la idiotez, el odio y la ignorancia se regodeen en sí mismos, sí, estoy seguro que casi nada de lo que conocemos sobrevivirá al s. XXI… pero puedo apostar a que Batman así sea una leyenda urbana seguirá luchando a pesar de todo y contra todo por siempre, por fin lejos de sus demonios, claro y preciso en su vida de detective, consciente de que él solo no puede pero con el ánimo de vencer no importa qué, su inteligencia y astucia le servirán.
Al final de la versión compilatoria hay un plus, con una historia de un Bruce Wayne judío en Berlin en 1939 justo cuando el nazismo se eleva por encima de todo, de esto habla esta obra, sobre cómo la imaginación brilla más cuando todo es HORRIBLE.
Batman 100 Years /DC (USA, 2006) Paul Popel, texto, arte. Villarubia, color


Rodrigo Betancourt / Apache Pirata
Dibujante, redactor, cronista, artista.
(México, 1977)
Por el momento escribo guiones, personales y por encargo. Me encuentro concluyendo uno sobre los 500 años de la caída de Tenochtitlán. Parte de mi vida profesional está dedicada a la ilustración de diversa índole. Inicié mi carrera en 1995 haciendo monitos en una revista dirigida por caricaturistas. Publiqué en la mítica revista de historietas El Gallito Cómics. He colaborado-trabajado para marcas como VICE y Adidas. Durante catorce años colaboré en MIlenio Diario haciendo cómics y reporteando en sus extintas y legendarias secciones QRR y El Ángel Exterminador.
En 2012 lancé el proyecto multidisciplinario Apache Pirata como propuesta alterna a mi vida como ciudadano de un planeta decadente. Actualmente trabajo en un guión junto con un equipo interdisciplinario al lado de una artista visual y un científico. Esto para la república francesa como parte de un esfuerzo multinacional para abordar el problema del sargazo en la región Atlántico- Mar Caribe. Viajero, aventurero, lector de historietas y ahora, promotor de su lectura con textos sobre obras específicas. Pasa su vida entre el Caribe Maya y la ciudad de México.
Un comentario on ¿TE IMAGINAS A BATMAN, 100 AÑOS DESPUÉS? por APACHE PIRATA
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